A través de las iniciativas y las tribulaciones de su amigo el compositor Wataru Iwata, fundador resuelto -y en seguida perplejo- del grupo "Proyecto 47" y de un "Laboratorio ciudadano para la medición de la radioactividad", Nadine y Thierry Ribault realizan una crónica documentada, lúcida y estremecedora a la vez, del desastre nuclear de Fukushima. Pero además, explican la génesis de la industria nuclear nipona, muestran la impericia de un Estado ante una catástrofe real, destapan los tejemanejes publicitarios de los ecologistas pronuclearistas y describen la actividad "humanitaria" de los clanes yakuza. Este libro viene a confirmar que la supuesta "tradición" en la que se basan las loables actitudes propias de la cultura japonesa como la impavidez, la valentía, el estoicismo, etcétera -y que, al parecer, son monopolio de una sociedad tan avanzada- no son sino las exigencias mínimas de la más moderna de las sumisiones. |