Publicada en Alejandría en 1945, la primera novela de Pieridis (aunque él tardó muchos años en darle ese apelativo debido a su carácter de mosaico casi impresionista) alcanzó un éxito inmediato en los círculos griegos de Egipto no sólo por su originalidad literaria, sino porque, gracias a las vivencias del propio autor, abría una temática nueva, insospechada hasta entonces, sobre las relaciones entre egipcios y griegos, y aportaba además una inédita descripción de la vida rural del Egipto de su época. |